El
momento cumbre del año litúrgico cristiano es la Pascua de la Resurrección
del Señor; por ello, el fundamento, el horizonte y la dinámica de nuestra vida
de fe tiene su lugar natural en la experiencia
pascual. Ahora bien, vivir la
Pascua conlleva una preparación que es el tiempo de Cuaresma
(cuarenta días), y un tiempo posterior que son los cincuenta días hasta
Pentecostés.
Este
Miércoles, 5 de Marzo, comenzamos ese tiempo de Cuaresma celebrando la Eucaristía a las 7h. de
la tarde, dentro de la cual tendrá lugar la bendición y el gesto o rito de la Imposición de la Ceniza ; por eso le llamamos
“Miércoles de Ceniza”.
Durante
un tiempo largo, el pueblo de Israel, a pesar de sus idolatrías, de las peleas
que tuvieron entre sí y de sus sufrimientos y privaciones, logró vivir la
experiencia de la fiel presencia de Dios y su misericordia. Creció en la fe y
en la esperanza de la venida del Mesías, Jesús.
Jesús,
durante un tiempo simbólico de cuarenta días, fue tentado en el desierto por el
espíritu del mal (la soberbia, la vanidad, el dinero y el poder), haciéndole
desistir de su misión salvadora. Jesús vivió la crisis del sentido de su vida y
de su relación con Dios Padre.
Muchos
de nosotros estamos teniendo en nuestras vidas la experiencia del desierto.
Vivimos una crisis en nuestras relaciones familiares, en nuestras comunidades
cristianas de alejamiento de unos con otros; la crisis económica nos está
descentrando a muchos y el desierto es duro para quienes se están quedando sin
trabajo. Además, estamos desistiendo de la Palabra de Dios: seguimos empeñados en los bienes
materiales del prestigio social, del dinero y del poder de unos sobre los
otros; y rechazamos vivir en austeridad y sencillez, sin estar dispuestos a
compartir lo que somos y lo que tenemos con las personas menos favorecidas.
Este es nuestro pecado. Por ello, este tiempo de Cuaresma nos puede ayudar a
reflexionar, a revisar nuestras vidas personal, familiar y comunitaria, y actualizar
en ella el sentido cristiano; así podemos convertirnos a una forma de vida más
digna y a prepararnos en este tiempo para vivir la experiencia pascual de Jesucristo
Resucitado.
Un
saludo fraterno para todos.
Francisco
de Llanos Peña
Castilleja
de Guzmán, Cuaresma de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario