CUARESMA – 2019
El momento cumbre del año litúrgico
cristiano es la fiesta de la Pascua de Resurrección del Señor; por ello, el
fundamento, el horizonte y la dinámica de nuestra vida de fe tiene su lugar
natural en la experiencia pascual.
Ahora bien, vivir la Pascua
conlleva una preparación que es el tiempo de Cuaresma (cuarenta días), y un
tiempo de prolongación que son los cincuenta días hasta Pentecostés.
El próximo día 6 de Marzo, Miércoles,
comenzamos ese tiempo de Cuaresma celebrando la Eucaristía a las 7h. de
la tarde, dentro de la cual tendrá lugar la Bendición y la Imposición de la Ceniza ; por eso le llamamos
“Miércoles de Ceniza”.
Durante un tiempo largo, y en medio
del desierto, el pueblo de Israel logró vivir la experiencia de la fiel presencia
de Dios y su misericordia, a pesar de las peleas que tuvieron entre sí, a pesar
de sus idolatrías, sufrimientos y privaciones. El pueblo creció en la fe y en
la esperanza de la venida del Mesías, Jesús.
Jesús, durante un tiempo simbólico de
cuarenta días, fue tentado en el desierto por el espíritu del mal (la soberbia,
la vanidad, el dinero y el poder), haciéndole desistir de su misión salvadora.
Jesús vivió la crisis del sentido de su vida y de su relación con Dios Padre.
Muchos de nosotros estamos teniendo
en nuestras vidas la experiencia del desierto. Vivimos una crisis en nuestras
relaciones familiares, en nuestras comunidades cristianas de alejamiento de
unos con otros; la crisis económica nos está descentrando a muchos y el
desierto es duro para quienes se están quedando sin trabajo. Además, estamos
desistiendo de la Palabra
de Dios: seguimos empeñados en los bienes materiales del prestigio social, del
dinero y del poder de unos sobre los otros; y rechazamos vivir en austeridad y
sencillez, sin estar dispuestos a compartir lo que somos y lo que tenemos con las
personas menos favorecidas. Este es nuestro pecado. Por ello, este tiempo de
Cuaresma nos puede ayudar a reflexionar, a revisar nuestras vidas personal,
familiar y comunitaria, y actualizar en ella el sentido cristiano; así podemos
convertirnos a una forma de vida más digna y a prepararnos en este tiempo para
vivir la experiencia pascual de Jesucristo Resucitado.
Un saludo fraterno para todos.
Vuestro párroco, Francisco de Llanos
Peña
Castilleja de Guzmán, Cuaresma de 2019
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